El mapa global ya no está protagonizado solo por el entorno startupista californianos sino de forma creciente por Gran Bretaña, pionera del modelo «sandbox regulatorio», en alianza con Singapur a través del «puente regulatorio fintech»
El problema de fondo es la no separación entre los productos de observatorio e inteligencia y la provisión de servicios tecnológicos.
El peor error que podría cometer España es seguir la senda de la atomización y el localismo seguida por las administraciones locales y autonómicas en el desarrollo de start ups tecnológicas.