Son cada vez más los sociólogos que no solo rechazan el concepto de «Generación Millennial»y la supuesta homogeneidad de perfiles, sino que lo reducen a un segmento cada vez más acotado dentro del mercado norteamericano.
El fintech está desarrollando un discurso marxista-leninista, soñando una especie de alianza tecnológica de las masas sub-bancarizadas del mundo desarrollado con las masas des-bancarizadas de los países en desarrollo.
La solución más sencilla es la centralización en consorcios liderados por grandes bancos o entidades financieras.