Antecedentes
En 2007, cuando se entendió que el ciberacoso se estaba convirtiendo en un problema, la Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó una ley que ordenaba que las identidades reales de las personas en Internet se validaran a través de sus números de registro en la seguridad social. Todo internauta pasaba a partir de ese momento a estar identificado con su nombre y apellidos reales facilitando la actuación ante agresiones digitales. La razón fundamental detrás de la ley fue que el anonimato online ofrecía una falta de transparencia y de responsabilidad, haciendo más sencillo perseverar en conductas de abuso y persecución. El ciberacosose entendía y se elevaba a problema nacional.La ley contra el acoso online y el fin del anonimato en Internet fue aprobada. Sin embargo, tuvo escaso impacto en el comportamiento de las personas en Internet y dio pie a un lamentable suceso. El reglamento incluía que compañías de telecomunicaciones y sitios web almacenaran los datos de identificación de los usuarios; un material muy jugoso que pronto atrajo la atención de profesionales con oscuras intenciones. Los datos del 70% de los ciudadanos de Corea fueron extraídos durante una serie de ataques cibernéticos. Finalmente, en 2012, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales las secciones de la ley que obligaban a facilitar datos de identidad a terceros para acceder a Internet.
Conmoción
En octubre de 2019, una de las estrellas más famosas del K-Pop, Sulli, se suicidó, trayendo de nuevo el problema del ciberbulling a la luz pública. Sulli sufría persecuciones online desde hacía años, hecho que había denunciado públicamente. Además Sulli conducía un programa en la televisión coreana orientado al público juvenil y dedicado a educar y concienciar sobre los daños producidos por el acoso cibernético.En 2018 Sulli había solicitado a su agencia que iniciara acciones legales para intentar poner fin a las agresiones digitales que venía sufriendo. Aunque la agencia anunció que tomaría medidas, poco después declaró que no podía ejecutar el proceso ya que la dirección IP de los usuarios identificados como agresores estaba registrada en un país extranjero. Al conocerse la muerte de Sulli, el sitio web de la oficina del presidente surcoreano, Moon Jae-in, se inundó de peticiones solicitando recuperar el registro de identidad real obligatorio para comentar y publicar contenidos en sitios web.
La nueva ley
La nueva iniciativa legal, encabezada por el Nuevo Partido Alternativo, una escisión del Partido Demócrata de Corea, se centra en reducir los comentarios maliciosos que se publican en Internet. La formación política considera la muerte de Sulli un «asesinato social» y se ha mostrado inflexible en la necesidad de terminar con el anonimato en Internet.
… la muerte de Sulli es nada menos que un asesinato social. La prensa compitió en el marketing de clickbait utilizando la vida cotidiana de unapersona. Es más, los sitios web permiten y alientan la cultura de la agresión como espectáculo. Innumerables ciberdelincuentes, bajo el discurso de la libertad de prensa, pisotearon la dignidad humana de Sulli. Ahora es el momento de establecer un solución social a una cultura inhumana en Internet, haciendo valer la posición internacional de Corea como una superpotencia de Internet.
Los debates previos en torno a la Ley de Sulli han supuesto la recuperación del mandato del «nombre real», algo que resulta paradójico tras haber sido declarada anticonstitucional hace unos años. El debate de fondo refleja el delicado equilibrio entre la libertad de expresión y la garantía de los derechos de los ciudadanos en el espacio digital. Los defensores del fin del anonimato y de la ubicuidad de las plataformas digitales argumentan que la libertad de expresión es un valor vital en lasociedad democrática, pero insultar y dañar la dignidad de otra persona está más allá de ese límite. Lee Dong-gwi, reputado profesor de psicología en la Universidad de Yonsei en Seúl defiende que,
debe haber sanciones mucho más duras para quienes violen esa ley.
Primeras encuestas revelan que el 70% de la población de Corea del Sur apoya la creación de una nueva legislación. Su votación en la asamblea legislativa está prevista para los primeros días de diciembre. El pasado 24 de noviembre, otra estrella del K-Pop, Goo Hara, apareció muerta en su domicilio. la investigación policial indica que se trata de un nuevo caso de suicidio con ciberacoso previo.