En Reino Unido una empresa o profesional autónomo tarda una media de 72 días en cobrar los servicios realizados. España supera 2,6 veces la media europea, situándose a la cabeza de retrasos en el pago de facturas según el informe europeo de pagos realizado en junio de 2015. Las consecuencias son obvias. La necesidad de atajarlo ha llevado al establecimiento de nuevas normativas relativas a pagos y morosidad, aunque con escaso impacto en la práctica. Ante una necesidad tan evidente, son varias las aplicaciones que han dado el paso a ofrecer servicios que transforman un problema de tesorería en un servicio financiero. Cabe resaltar que el estallido ha sido posible gracias a la liberación de la API de Xero, uno de los servicios más extendido de contabilidad en la nube en el mundo anglo. Con el acceso a la información contable de sus clientes, los servicios se multiplican. Es el caso de Chaser, una aplicación que unida a Xero ofrece el servicio de gestión de facturas adeudadas. A diferencia de los agentes tradicionales, se comprometen a utilizar un tono educado aunque persuasivo a un coste bajo. Su receta de éxito se basa en la automatización humanizada, que se traduce en un sistema de recordatorios a través de correo electrónico programados para mantener el tono educado en todo momento y no dudar en enviar otro mensaje más hasta lograr su objetivo.Resultado de la pérdida de confianza, triunfa Drangon Bill. Ligada a PayPal, establece un sistema de doble conforming entre cliente proveedor. Así, el comprador de un servicio realiza el depósito por adelantado por el total de la factura. A la entrega, y tras mostrar ambos su acuerdo, la cantidad se libera al proveedor. La lista continuaría con las aplicaciones que ofrecen intercambio de facturas entre clientes y proveedores con el fin de adquirir diferentes servicios sin mermar la tesorería, o acceder al cobro inmediato a cambio de descuentos. En realidad lo que está ocurriendo en estos momento es que es tanta la demanda entre las empresas de asegurar pagos y cobrar facturas, que cualquier aplicación que salga al mercado tiene grandes posibilidades de triunfar. A la cabeza estamos encontrando nuevamente empresas de Reino Unido, y algunas en Australia. Su nicho es claramente el ámbito de influencia que le da su idioma, lo que nos deja ante grandes mercados desatendidos en el mundo del español y del portugués.