El desarrollo de la inteligencia artificial y su incorporación a cada vez más espacios de la vida social ha dado lugar a profundas discusiones en el seno de instituciones de gobierno y espacios de investigación científica. Recogemos a continuación las propuestas de tres organismos que nos permiten entrever hacia dónde se orientarán las futuras regulaciones.
En sus Comunicaciones de 25 de abril de 2018 y 7 de diciembre de 2018, la Comisión Europea expuso su visión de la inteligencia artificial (IA), que apoya «una IA ética, segura y vanguardista hecha en Europa». La visión de la Comisión se basa en tres pilares: (i) el aumento de las inversiones públicas y privadas en AI para impulsar su asimilación; (ii) la preparación para los cambios socioeconómicos; y (iii) la garantía de un marco ético y jurídico adecuado para reforzar los valores europeos.La confiabilidad de la IA es un requisito previo para que las personas y las sociedades desarrollen, desplieguen y utilicen sistemas de IA. Sin que los sistemas de IA -y los seres humanos que los respaldan- sean demostrablemente dignos de confianza, se pueden producir consecuencias no deseadas y se puede obstaculizar su asimilación, impidiendo la realización de los enormes beneficios sociales y económicos que pueden aportar.Una IA digna de confianza tiene tres componentes, que deben cumplirse a lo largo de todo el ciclo de vida del sistema:
Idealmente, los tres trabajan en armonía y se superponen en su operación. En la práctica, sin embargo, puede haber tensiones entre estos elementos (por ejemplo, a veces el alcance y el contenido de la legislación vigente pueden no estar en consonancia con las normas éticas). Es nuestra responsabilidad individual y colectiva como sociedad trabajar para asegurar que los tres componentes ayuden a asegurar una IA digna de confianza.
El desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) se refiere al futuro de toda la sociedad, de toda la humanidad y del medio ambiente. Los principios que se exponen a continuación se proponen como una iniciativa para la investigación, el desarrollo, el uso, la gobernanza y la planificación a largo plazo de la IA, que exige su desarrollo saludable para apoyar la construcción de una comunidad humana con un futuro compartido, y la realización de una IA beneficiosa para la humanidad y la naturaleza.