Desde el gobernador del banco central malayo a los responsables de las zonas de desarrollo especial del Golfo, en estas semanas ha sido constante el llamamiento a la banca islámica para dar el salto al fintech. Hay desde luego razones de oportunidad implícitas:
- Posiblemente, el mercado musulmán asiático tendrá una inflación en los precios del sector alimentario durante el próximo año debido al fenómeno del Niño, con lo que la demada de créditos al consumo, adelantos de nóminas, etc. entre la gran masa de desbancarizados se multiplicará.
- En Africa, el otro gran espacio de la banca islámica, las fintech dedicadas al crédito sin colaterales, están sofisticándose cada vez más y aumentando la masa de usuarios. Empresas como Finca, con 1.8 millones de clientes, están demostrando la existencia de un mercado que hasta hace poco los grandes agentes del sector consideraban marginal o demasiado arriesgado.