En el fondo del bullicioso debate fintech de la última semana, cruzando los estudios y las
encuestas de las consultoras aparece, cada vez más definido, el horizonte de una «banca
invisible» que evoluciona hacia marca blanca de si misma.
En el fondo del bullicioso debate fintech de la última semana, cruzando los estudios y las
encuestas de las consultoras aparece, cada vez más definido, el horizonte de una «banca
invisible» que evoluciona hacia marca blanca de si misma.