Por Josep Santacreu
Internet genera múltiples oportunidades de formación, información, desarrollo, expresión social e incluso participación ciudadana. Sin embargo, dentro de Internet se han desarrollado comportamientos negativos como el acoso virtual, la violencia verbal y simbólica, la discriminación y, cada vez más, el robo o el abuso sexual. Personas con discapacidad psíquica, personas mayores o migrantes enfrentan mayores dificultad para acceder de forma segura a los servicios digitales.
El proyecto PROLIFIC, PROmoting digital rights LIteracy For Including Citizens, tiene como objetivo empoderar a los grupos vulnerables (en concreto ancianos, inmigrantes y personas con discapacidad) sobre sus derechos digitales a través de la capacitación de los profesionales que trabajan con ellos en ONG, asociaciones o servicios sociales a través de la creación de contenidos y herramientas específicas.
Estos grupos tienen diferentes características, pero tienen en común una mayor vulnerabilidad a las consecuencias negativas del rápido desarrollo de la digitalización y las TIC, debido también a un menor nivel de competencias digitales. Aunque la renuncia voluntaria a la digitalización tiene que ser también un derecho, este proyecto parte de la convicción de que la tecnología puede ayudar a estos grupos vulnerables a vivir mejor, ser más autónomos y tener más y mejores oportunidades de proyección profesional, integración social, bienestar y aprendizaje.
Precisamente porque la tecnología es tan útil para estos colectivos tenemos que asegurarnos de que su inmersión –voluntaria- en el mundo digital debe cumplir todas las garantías respecto a la protección de sus derechos digitales. La solución, de nuevo, se encuentra en la formación y en la utilización de herramientas digitales adecuadas. Con este proyecto, tratamos de un paso importante para empezar a generar conciencia a escala europea, y crear herramientas para proteger a los grupos vulnerables de la
estafa o la usurpación de identidad, el acoso y el grooming o el abuso de poder de las empresas, y para luchar contra la difusión de mensajes extremistas, discriminatorios, racistas, xenófobos, antisemitas, homófobos o sexistas. Para ello, estamos desarrollando una plataforma tecnológica que permitirá personalizar itinerarios y materiales formativos en base al idioma de los destinatarios, sus habilidades
previas en el mundo digital y las vulnerabilidades propias de su condición.
La creación del consorcio europeo que lleva a cabo este proyecto se basa en la comprensión común de lo importante que es hoy en día apoyar a los grupos vulnerables para que puedan utilizar la tecnología e Internet como oportunidades de formación, información, desarrollo, expresión social y participación ciudadana, evitando ser engañados, acosados o discriminados.
Los resultados de un estudio de diagnóstico de las necesidades y carencias de los grupos vulnerables muestra, por ejemplo, que las personas con discapacidad psíquica, que obtienen grandes beneficios de las facilidades que Internet ofrece para el ocio y la socialización, se convierten fácilmente en víctimas de acoso, delitos de odio e incluso abuso sexual en Internet.
Las personas mayores son habitualmente excluidas de servicios básicos, como la banca, por su falta de competencias digitales y también son víctimas fáciles para ciberestafadores de distinto tipo.
Los inmigrantes, por su parte, caen fácilmente en ciberestafas relacionadas con falsas ofertas de trabajo y tiendas falsas así como en la desinformación.
El proyecto PROLIFIC, PROmoting digital rights LIteracy For Including Citizens coordinado por el instituto Polibienestar de la Universidad de Valencia, tiene como socios a la Fundación Instituto Hermes (España), Margherita Societa’ Cooperativa Sociale Onlus (Italia), Senior Europa Sociedad Limitada – Kveloce (España) y Fundação Dr. José Lourenço Júnior (Portugal).
PROLIFIC Está financiado por la Comisión Europea a través del Programa Erasmus+.