La criptomoneda ha alcanzado su valor máximo respecto al dólar de los últimos tres años, pero las dudas sobre su capacidad y el posible control de China permanecen.El 2 de enero, la criptomoneda alcanzó su valor máximo en los últimos tres años: 1.033 dólares (unos 989 euros) por bitcoin. Sin embargo, incluso valorado por encima de 1.000 dólares (unos 958 euros), el bitcóin no está dejando una huella demasiado importante en el mundo en general.The Register destaca que la última revalorización de Bitcoin puede estar vinculada con la retirada de billetes de importes alto en India y Venezuela, pero quizá más con la continua devaluación del yuan chino. Como informó el New York Times el año pasado, un pequeño grupo de empresas chinas se ha hecho con el control mayoritario de la criptomoneda. Por eso, a medida que ha caído el valor de la moneda del país, ha aumentado la demanda de la criptomoneda y con ella su valor.La estructura de Bitcoin implica que si un pequeño número de usuarios posee la mayoría de la moneda, como es el caso de estas empresas chinas, este grupo podría también vetar los cambios en la tecnología detrás de la moneda.Eso es probablemente lo que la tecnología necesita: cambiar. Si la moneda va a crecer -que, como sostiene el Financial Times, está claro que lo requiere- le hará falta un rediseño técnico. Actualmente, Bitcoin sólo soporta hasta 7 transacciones por segundo; una cifra irrisoria en comparación con los varios miles que puede realizar, por ejemplo, Visa. Los investigadores calculan que el diseño actual de Bitcoin podría soportar, como mucho, unas 27 transacciones por segundo sin colapsar, algo que seguiría siendo nada.Las empresas chinas que están minando Bitcoin podrían, en teoría, unir fuerzas para aprovechar el resquicio que deja el sistema para una mayoría.Y dado que el país en el que operan los mineros de Bitcoin más prolíficos es China, también podría suscitar temores acerca de su control estatal. Rebasar el umbral arbitrario de los 1.000 dólares (unos 958 euros) no ayuda realmente a superar nada de esto.