El ciclo de crédito es para FT y los medios especializados una verdad tan inconmovible como la muerte o los impuestos… y la realidad subyacente bajo la crisis de Lending Club, además de un motor hacia la normalización -esto es la adopción de prácticas de la banca tradicional por el crédito P2P. Las televisiones y medios generalistas insisten sin embargo en el peligro de los conflictos de intereses en un terreno no tan controlado y regulado como el de la banca tradicional.Forbes en cambio apuntaba que los resultados eran sorprendentemente buenos pero que la dimisión de Laplanche los había eclipsado, poniendo en crisis todo el sector del crédito p2p.En cualquier caso, la evolución del valor bursatil de LendIt y la de Lending Club, está mostrando una caída en picado que amenaza con dejar fuera de juego a todo el sector. Sin embargo aunque no faltan los comentarios catastrofistas, los comentaristas más jóvenes recuerdan que «cuando la burbuja puntocom estalló el mundo no volvió a sus viejas máquinas de fax» y que en realidad estaríamos ante un aviso de la necesidad de volver a modelos más claros y originales de préstamo P2P, una idea similar a la que pudimos el martes en el canal de la cadena norteamericana CNBC.El viernes, en un análisis posterior al referido arriba, Brooke Masters de FT comentaba que «a los novatos se les han pegado los malos hábitos de los viejos» entrando ya en el detalle de los problemas de LendIt (cambio de fechas en créditos para poder venderlos a un banco y opacidad de Laplanche que no había aclarado que tenía intereses personales en una empresa en la que Lending Club se disponía a invertir). Pero sobre todo dando por hecho que, de alguna manera, este escándalo marcaba el fin de la fase en la que todo el sector creía a pies juntillas que las fintech, más ágiles e inmaculadas, iban a comerse buena parte del mundo financiero y traer un aire fresco -y una nueva ética- al sector. Una lectura opuesta («Lending Club era demasiado parecido a un banco tradicional») podía leerse sin embargo con frecuencia en los blogs de desarrolladores y analistas fintech durante toda la semana. Los resultados récord de «los pequeños» no cotizados como BizFi que presentó el martes resultados del primer trimestre de 2016 ($144M$ en crédito generado a 3.605 PYMEs) parecerían darle la razón.El lunes la situación en los mercados americanos era ya un «meltdown» no solo de las empresas de crédito p2p sino que apuntaba una sangría general a través de las empresas de pequeño crédito como OnDeck. En ese marco, los analistas apuntaban a las empresas europeas -solo Funding Circle cotiza en mercados americanos- como alternativas relativamente seguras a medio plazo por incorporar distintas bases de clientes e innovaciones propias.El martes se hacía pública la noticia de que el Departamento de Justicia había citado para testificar a la empresa ante el Gran Jurado, a la que el nuevo CEO siguió con una carta a los accionistas explicándoles las medidas en curso que la dirección ha tomado para salir de la crisis y recuperar la confianza de los inversores.El balance una semana después en Bloomberg es que la Bolsa se dispone a hacer una verdadera purga entre las empresas fintech cotizadas, reduciéndose el valor de aquellas que peor están preparadas para enfrentar el ciclo de crédito, generalmente las que fiaron demasiado al valor aportado por la innovación tecnológica y prestaron demasiada poca atención a la necesidad de tener un conocimiento íntimo de la demanda.