1. La enseñanza digital se organiza por proyectos, no por temas. Los
estudiantes aprenden activamente como medio para llegar a un
objetivo, no pasivamente como resultado de su exposición a
contenidos.
2. El trabajo digital se organiza por objetivos, no por tiempos. La
productividad no es el resultado de una matriz de tiempos diarios de
navegación y de uso de programas/aplicaciones.
3. El sujeto tanto del aprendizaje como del trabajo digital es el equipo,
no el individuo.
4. El trabajador digital es autónomo: su remuneración paga su aporte
al equipo dado el cumplimiento de resultados colectivos, no su
tiempo de trabajo.
5. Digitalizar no es hacer una mudanza de espacios, sino personalizar
las funciones en los equipos y transformar los procedimientos en
sistemas de determinación de objetivos.
6. Los equipos son colectivamente responsables de su rendimiento por
lo que precisan sistemas de autoevaluación y autonomía en el
reparto interno de incentivos y de la selección de proveedores.
7. La coordinación entre funciones/equipos exige ciertas dosis de
presencialidad que corresponde organizar a la empresa.
8. Las necesidades de formación deben ser detectadas y reportadas por
los equipos y la empresa debe responder con la adjudicación de un
presupuesto.
9. Cuando los equipos tienen relación con los clientes, la empresa
tiene que dar unos estándares sobre las formas y unos objetivos en
cuanto a los resultados.
10. Tanto proveedores como clientes deben de participar de los sistemas
de evaluación.